Aprendizaje en el Servicio

Por más de 25 años, la pedagogía de “Aprendizaje en el Servicio” ha sido un pilar fundamental en la labor social de la Universidad del Sagrado Corazón. Mediante esta metodología, se desarrollan experiencias significativas de servicio solidario directo a la comunidad, protagonizadas activamente por estudiantes y sus profesores, articuladas intencionadamente con los contenidos curriculares en colaboración y en beneficio directo de organizaciones comunitarias o sin fines de lucro.

De manera integrada en el currículo de Sagrado, el “Aprendizaje en el Servicio” motiva al estudiantado a indagar e involucrarse de forma solidaria en su contexto social, tomando en cuenta problemas reales o necesidades de la comunidad con el objetivo de aportar a las soluciones. Esta integración del servicio comunitario con el aprendizaje académico no solo enriquece la formación integral de los estudiantes, sino que también fortalece el compromiso cívico y la responsabilidad social. Además, fomenta habilidades prácticas y el desarrollo personal, promoviendo una educación más humanista y comprometida con el entorno social.

La solidaridad como fundamento: Los proyectos se basan en el compromiso ético y moral de trabajar juntos por el bien común. Implica empatía, responsabilidad y acción colectiva para abordar las necesidades de la comunidad, promoviendo el bienestar de todos.
De la teoría a la práctica: Permite que el aprendizaje académico se aplique a una práctica real en la comunidad, permitiendo a los estudiantes llevar a la acción conceptos teóricos y técnicos de sus disciplinas en problemáticas reales de las comunidades y organizaciones.
El protagonismo estudiantil: Significa la participación central de los estudiantes en todas las etapas del proyecto. Los estudiantes asumen roles de liderazgo y guiados por sus profesores toman decisiones claves, y reflexionan críticamente sobre sus experiencias para desarrollar habilidades y maximizar el impacto comunitario.
Desarrollo personal y compromiso cívico: Promueve, desarrolla y madura en los estudiantes actitudes y habilidades como la resolución de problemas, el trabajo en equipo y la comunicación, además de promover la reflexión crítica, la responsabilidad social y la participación activa en la comunidad.
Colaboración y sostenibilidad comunitaria: Implica el diálogo horizontal y sostenido con las organizaciones socias comunitarias para identificar y abordar necesidades reales, asegurando que los proyectos tengan un impacto duradero y sostenible en la comunidad.